El proceso colaborativo, y todas las herramientas que nos proporciona, son de aplicación en cualquier ámbito del derecho. Si bien queremos destacar lo importante que está siendo en la resolución de los procesos de divorcio. Cada vez son más las parejas que desean resolver de la manera menos conflictiva posible sus discrepancias, así como la gestión de sus relaciones tras la ruptura matrimonial/sentimental.
Es innegable que son situaciones complicadas donde la gestión de las emociones y de otro tipo de dificultades, como por ejemplo las económicas, tienen un importante peso a la hora de negociar y de consensuar decisiones. En el proceso colaborativo se tiene muy presente esas cuestiones y facilita que se trabaje desde la empatía, transparencia, reconocimiento, de tal forma que el acuerdo alcanzado sea satisfactorio para las dos partes.
Las relaciones personales, todo lo que conlleva la relación con l@s hij@s, expareja, resto de familiares, deberían ser decidas por los propios protagonistas y no por un tercero (tribunal). Ello facilita el cumplimiento de los acuerdos e innegablemente favorece la comunicación, el respeto y el entendimiento entre las partes. Evitándose los sucesivos conflictos y juicios que acaban martirizando a todos los integrantes de la familia.
Todas estas bondades que proporciona el proceso colaborativo lo estamos comprobando en el despacho, con nuestros clientes. Por ello, no podemos dejar de resaltarlo y de aconsejarlo.
Otras materias en las que también estamos comprobando resultados muy satisfactorios a través del Derecho Colaborativo son: en las herencias, donde el desgaste emocional y personal es muy grande; en los problemas que surgen entre vecinos o comunidades de vecinos, en contratos, así como en todos esos procesos donde las relaciones personales son importantes.
Si tienes dudas o quieres encontrar una solución al problema que en este momento te ocupa.